Dos
mujeres usaron burundanga para robar en el kiosco de Laura, ubicado en la caminería
de la avenida José María Vargas, en Santa Fe Norte
Carmen Guédez-Da Silva – 22 02 2021
El viernes, 19-02-2021, dos mujeres llegaron al kiosco de Laura. La franja horaria del hecho, se establece a eso de las 11:00 hs. Se llevaron los dólares que le habían pagado ese día. También se llevaron el teléfono celular de la víctima. Ella recuerda la llegada de las mujeres. De ahí, en adelante, no recuerda nada más.
Denunció en el CICPC
Se presume que la víctima fue sometida -en segundos- con burundanga, porque hablaba con incoherencias, no recordaba lo sudedido y estaba muy alterada. En ese estado y acompañada, fue al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC, por sus siglas en español). Éste, admitió la denuncia a trámite, y volvió a citar a la víctima para hoy o mañana.
El escenario del robo
En la avenida José María Vargas -avenida principal de Santa Fe Norte- hay un kiosco de películas y, detrás, hay dos mini locales que dan a la caminería. Uno, de esos locales, es el de Laura.
Para el momento del robo, Laura estaba sola, pero al lado -pared con pared- estaba la chica del otro kiosco. Sin embargo, las delicuentes consumaron su plan sin que se escuhara algo extraño.
En el
kiosco de Laura siempre hay gente. Los vecinos van y se sientan a
conversar. Da la impresión de que esas mujeres conocian el local y, se atrevieron a actuar, cuando tuvieron la certeza de que la
gente se había marchado dejando, sola, a Laura. Cabe suponer que, en algún momento, se hicieron pasar por clientes porque no hay formar de vigilar ese local sin que nadie lo note..
Burundanga
Lo
sucedido es muy grave porque está, de por medio, la burundanga. La víctima queda a merced del delincuente y acata
todas sus órdenes. El efecto de la burundanga es muy rápido. Es cosa de segundos. No da tiempo para defenderse. Si Laura estuvo expuesta a la burundanga, cualquier otra persona puede pasar po lo mismo que ella pasó. Hasta en un supermercado puede pasar. y, de ahí, ir a la casa de la víctima es lo más usual.
Santa Fe no es un lugar seguro
La delincuencia se mudó a Santa Fe porque sus calles están vacías y no hay vigilancia policial. A partir de mediodía, da miedo salir a la calle. Esto pareciera obra de una banda que, ataca a sus víctimas, con un plan establecido y ya probado con éxito. En el robo a Laura, no hubo improvisación.
Van dos robos
Hace muy pocos días fue robado el local donde, Carmen, vende pollo. Nadie investigó. Después de Carmen, roban a Laura. ¿Casualidad?
El delincuente, cuando no es castigado, vuelve a delinquir, con el poder que da el no haber ido preso. ¿En quien recae la responsabilidad de la gente que vive en Santa Fe?.
Hasta donde se sabe, del kiosco de Laura no se llevaron comida. Es necesatio saber si, en los edificios cercanos al kiosco de Laura, hay cámaras que permitan investigar este caso y detener a las culpables.
Pregunta
¿Se necesita un muerto para hacer algo por la seguridad de los que viven o trabajan en Santa Fe?
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Post patrocinado por El Caney de Carmen
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| Fotografía: Carmen Guédez-Da Silva |
En su local, Carmen está siendo muy estricta con las normas de seguridad establecidas para protegerse del Covid-19.
Tiene delivery
Avenida José María Vargas. Mercadito ubicado en la caminería
Móvil: 0424-1929740
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Carmen Guédez-Da Silva
Creadora del blog Tinta Indeleble, un blog con más de 16 años en la red, que tiene un contenido variado, con énfasis en lo político en torno a Venezuela y a España.
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